25 de mayo de 2007

Nómadas

Norbert tuvo un sueño en el que salía desde su casa (vive en el Tirol austríaco) y se iba andando hasta Santiago de Compostela (2.700 km). Y así lo hizo. Estaba en paro en aquel momento, había cumplido cuarenta años hacía poco, y llevaba 10 años con su actual pareja, Simone. Se calzó las botas y salió hacia Ginebra en junio de 2006. Allí le esperaba Simone, y siguieron juntos hacia Francia y luego España.

Les conocí a principios de septiembre en el albergue de San Nicolás de Puente Fitero. Había sido un día de calor fiero, sin concesiones y sin sombra donde cobijarse, o sea que o andabas o te morías bajo el sol. Durante tres meses su vida había consistido en andar una media de 20-24 km diarios, buscar alojamiento y comida. Tuvieron suerte con el tiempo, porque sólo les llovió un día o dos. Se les veía felices. El albergue de San Nicolás fué un antiguo hospìtal de peregrinos, y lo llevan dos hermanos italianos ya mayores. Por el precio de "la voluntad" (voluntaria) te ofrecen alojamiento, cena y desayuno. El albergue no tiene luz ni agua corriente, hay un pozo detrás donde lavar la ropa, y los hospitaleros duermen en una roulotte que tienen aparcada en su jardín. (detrás hay un edificio donde está la cocina y los servicios, allí si hay agua y luz). Más tarde llegó una pareja de ciclistas italianos. Al lado del albergue pasa el río Pisuerga que separa las provincias de Burgos y Palencia (Fitero quiere decir frontera, nos dijeron).

No sé si al volverse sedentario al hombre le entró la locura, o ya venía con ella puesta. Pero hacer uno de estos recorridos largos a pie, despertar en un lugar y acostarse en otro diferente, el cansancio del final de la jornada parece que moviliza algo dentro de tí que viene de muy atrás, que te acerca a un discurso del tiempo y del espacio diferentes y a tu propia esencia.


1 comentario:

Marta Sanuy dijo...

Sin duda Laura, se moviliza algo, puestos a viajar en el tiempo me dá en la nariz que el viaje más apasionante es también el más accesible. Yo desde luego siempre me he pedido ir hacia atrás.