8 de mayo de 2007

Regreso a Tedia

He aterrizado otra vez en mi vida a la vuelta de Edita, y he bautizado ese lapso de tiempo entre una edición y otra con el nombre de Tedia, que tiene reminiscencias de lugar lejano y casi aburrido. Cuando se acerque mayo otra vez, las letras empezarán a brincar sin salirse del límite de la palabra y se convertirán nuevamente en Edita.

Creo -sospecho más bien- que Edita te cambia la manera de ver las cosas. Al día siguiente de mi aterrizaje entré en la oficina de Correos de Torrelaguna (Madrid), villa donde nació un cardenal y murió un poeta. El poeta (Juan de Mena) murió al caerse de la burra, no sabemos si al caer o por caerse de la misma. El cardenal, dicen, intentó montar una universidad sin mucho éxito, así que tomó el camino del sur y enfrente de la gasolinera se sacudió el polvo de las sandalias y debió murmurar algo parecido a "nunca mais", porque no regresó. Pero se salió con la suya, fundando la Universidad de Alcalá. Bueno, a lo que íbamos. Entré en Correos y me topé con una fregona en un rincón ejecutando una danza rítmica, cíclica y a la vez alocada y caótica, hábilmente dirigida por la mano firme de la Señora de la Limpieza. No sonaba música alguna, así que imaginé que se movía según los oscuros, y algo tristes, dictados de su corazón. Paralelamente pensé que algo tan simple como fregar el suelo lo hacemos todos de manera diferente, cuando lo hacemos, qué cosas. Sumergida yo en estas disquisiciones y miradas, cuando me preguntaron qué quería no supe qué contestar.

Al día siguiente estuve por Madrid, estrenando la nueva línea de metro, que debe ser la más solidaria porque une la Puerta del Sur con el Hospital del Norte. El hospital no está todavía acabado aunque van a toda leche, y no sabemos (no lo dicen los políticos) si los cuerpos que se cuelen en este país por la puerta del sur podrán recomponerse en el hospital del norte y empezar una nueva vida, en mejores condiciones. Así que me sumergí en el metro, como si yo fuera la protagonistade mi propia vida, y anduve por pasillos y escaleras mirándome a mí misma convertida en personaje.

2 comentarios:

J. Eduardo V. G. dijo...

Aunque ya escribiste el artículo hace tiempo, joder con mis paisanos que de sandeces cuentan, si quieres saber más de historia de Torrelaguna te invito a conocer mi blog.
Estaba marcando blogs de Torrelaguna y me apareciste tu, debe ser por la mención, que haces del pueblo.
Lo de Juan de Mena creo que es una tonteria lo de la caída de la burra, más debido quizá a él mismo que escribió, un poema satírico sobre una mula resabiada que le vendió un monje y lo de Cisneros, sería un cabreo pasajero, pues nos dejó buenos legados, como la iglesia, el ayuntamiento y otros.
Nada más, no me enfado contigo, sino con mis paisanos que son los que cuentan estas tonterias y no saben otras, con la cantidad de historias que hay en el pueblo, pero bueno a la labor estoy para ver si cambian.
Gracias por nombrarnos.
El blog: "Crónicas de Torrelaguna"
http://www.gelaguna.blogspot.com/

J. Eduardo V. G. dijo...

El artículo sobre el ensimismamiento, me ha parecido muy bueno, a pesar de mis peros a las historias de Torrelaguna.
Gracias y espero na haberte importunado